La enrojecida luz solar fenece tras el horizonte, tiñendo los suelos de vacilantes sombras y, entre ellas, se define una negra silueta. Un viejo judío se me acerca, me saluda con un leve y silencioso asentimiento de cabeza y me invita a acompañarle. Casi sin mirarle, respetuoso, le sigo y escucho.

(Julio Porres Martín-Cleto)

Blogger Templates by Blog Forum